EL DRAGÓN COLOR MELÓN


 El DRAGÓN COLOR MELÓN 

En un lugar apartado, donde las aguas de los ríos eran transparentes como las lágrimas de las hadas y las montañas tan frondosas como la barba del mago Merlín, habitaba una familia muy numerosa de dragones, cada uno de un color distinto. Pero no todo era tan idílico como el paisaje, los dragones de aspecto amable no eran tan amables, tenía aterrorizados a los habitantes del pueblo de la orilla oeste del río. 

Los dragones bajaban al pueblo, asustaban a sus habitantes con las llamaradas que salían de sus bocas, de vez en cuando incendiaban los cultivos e incluso alguna casa, los habitantes del pueblo temían a los dragones y se limitaban a no molestarlos, y si los veían huían despavoridos e incluso algún valiente se atrevía a desafiarlos, pero siempre salía con la punta de los pelos chamuscada. 

El Dragón color Melón era diferente, nadie de la familia le hablaba y nadie quería jugar con él porque no le gustaba asustar. ¿y por qué os preguntaréis? Porque al Dragón color Melón le daba miedo el fuego, entonces nunca bajaba al pueblo a asustar a las personas. Un buen día, todos los dragones querían asustar al pueblo, justo el día de la fiesta de la Primavera donde todos los habitantes se reunían en un prado verde, lleno de árboles hermosos y olorosas flores para celebrar esta bonita estación. Todos se reunían para comer, beber y bailar, pero normalmente los dragones fastidiaban todas las fiestas. Ese día, temprano, cuando todavía no había salido el sol ni el gallo había cantado, el Dragón color Melón decidió bajar al pueblo, ya que después, en la fiesta, no lo haría. 

Cuando se posó en la orilla del río, encontró a un niño de piel morena y unos ojos azules tan transparentes como la misma agua, al verle, el niño no se asustó, solamente dijo: - Hola, ¿quién eres? –dijo el niño - Ho ho ho laaa… soy el Dragón color Melón - Pues encantado, yo soy Yuri, y soy nuevo en el pueblo. - Ahhhh ¿es por eso que no te asusto? - No suelo asustarme de los dragones, ¿Por qué habría de hacerlo? El Dragón color Melón se sorprendió y se sentó a conversar con Yuri durante mucho rato, Yuri, le explicó que de donde él venía, las personas y los dragones colaboraban en muchas tareas. 

Los dragones les ayudaban a encender el fuego para cocinar, para hacer hogueras y calentarse en invierno, les transportaban a zonas lejanas para buscar comida, les iluminaban por las noches y dentro de las cuevas, y les contaban historias de lugares remotos que eran muy muy interesantes… 

 El Dragón color Melón, en cambio, le contó cómo se comportaban los dragones en este lugar, Yuri se quedó aterrorizado al escuchar tantas cosas horribles, entonces entre los dos decidieron tramar un plan para que dragones y pueblo se llevaran bien.

Yuri, convocó unas horas antes de la fiesta a los vecinos del pueblo para darles la noticia de que la Primavera traería algo muy bueno al pueblo. El Dragón color Melón hizo lo mismo con su familia, aunque les engañó diciendo que la fiesta comenzaría antes. 

A la hora pactada, allí estaban todos, las personas y los dragones, Yuri y el Dragón color Melón tuvieron que poner calma, pues todos los vecinos del pueblo al ver a los dragones trataron de esconderse y corrían de un lado para otro, y los dragones mientras se divertían de ver como solo con estar delante la gente se moría de miedo. 

Pero de repente, Yuri se subió encima de su nuevo amigo, el Dragón color Melón, todo el mundo se quedó mudo, expectante de ver lo que el dragón podría hacerle a Yuri, y la familia del dragón miraba con los ojos muy abiertos pensando que por fin el Dragón color Melón había aprendido a asustar. 

Pero lo único que ocurrió fue que Yuri y el Dragón color Melón se abrazaron, se abrazaron muy muy fuerte y sonrieron y dijeron: - ¡Que levante la mano el Dragón que sepa por qué asusta y para qué le sirve! – ninguno levantó la mano- - Ahora , que levante la mano el vecino que sepa cómo podrían ser ayudados por los Dragones.- Todos los niños del pueblo levantaron sus manos- - Para….. volar, encender fuego, calentarnos, alcanzar las frutas más altas de los árboles, calentar el agua del río para bañarnos en invierno, ver por la noche... y así estuvieron diciendo cosas durante mucho rato. Los Dragones y los adultos del pueblo se miraron sorprendidos y comenzaron a cuchichear por lo bajito, de repente, un Dragón rojo enorme comenzó a andar hacia una parte del prado, todos miraban intrigados y expectantes, el Dragón abrió su enorme boca y soltó una gran bocanada de fuego, pero nadie se asustó. ¿sabéis por qué? Porque lo que hizo fue encender el gran castillo de fuegos artificiales que indicaba que la fiesta podía comenzar. A partir de ese día, Yuri y el Dragón color de Melón se dedicaban a organizar las tareas del pueblo en las que los dragones podían colaborar, el Dragón color Melón pasó a ser el más respetado de toda su familia por la gran hazaña que había conseguido, hacer por fin de aquel lugar un lugar tan idílico como realmente parecía.


MARISA (PROFE)


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