TINA MARAVILLA


TINA MARAVILLA

En el bosque Maravilla conviven multitud de animales y plantas. Todos son únicos y distintos. Cada uno de ellos tiene una labor y un cometido en el bosque y por eso, el bosque es un lugar tranquilo, agradable y maravilloso para vivir.

De entre todos los animales se encuentra Tina, una hormiga muy simpática, inteligente, trabajadora, amiga de sus amigos y capaz de hacer grandes cosas. Es, en resumen, una maravilla de hormiga aunque ella aún no lo sabe…
Tina siempre ha estado a gusto con ella misma. Le gustaba ser hormiga y disfrutaba de ello pero desde hace algún tiempo, se siente algo triste. Piensa que todo lo que hace lo hace mal y no puede parar de compararse con otros animales y plantas del bosque. Siempre piensa que son mejores que ella y que ojalá, pudiera cambiarse por ellos y dejar de ser la hormiga Tina.
Harta de sentirse tan mal, un día decidió poner solución a su tristeza y apatía y quiso dejar de ser una simple hormiga. Para ello, emprendió un viaje por el bosque en el que pretendía conocer a cada uno de los animales y plantas que en él habitaban para decidir así, cual le gustaba más y cambiarse por él.
En primer lugar, se dirigió a un precioso rosal que siempre la dejaba impresionada por su gran belleza. Se acercó a hablar con una de las rosas y le dijo:
  • - ¡Hola hermosa Rosa!
  • - Hola Tina, ¿qué tal estás?- contestó amablemente Rosa.
  • - Bueno…la verdad que no muy bien. Me encuentro algo angustiada desde hace tiempo porque no quiero ser hormiga. He decidido tomar las riendas de mi vida y cambiar esta situación.
  • - ¿Y qué quieres ser?- preguntó Rosa.
  • - ¡Me gustaría ser tan hermosa como tú! Cada vez que te miro me atrae más tu belleza, tus hermosos colores y tu delicado aroma. En cambio yo, soy fea, de color negro y no tengo olor. ¡He decidido que quiero ser una rosa! ¿Qué tengo que hacer para ello?
  • - Tienes razón Tina, ser rosa es genial. Soy hermosa y atractiva pero piensa que tú tienes algo que yo no tengo y que a mi me encantaría tener.
  • - ¿El qué?- preguntó Tina extrañadísima.
  • - Tienes patas con las que puedes moverte, andar y correr con libertad. ¡Yo daría toda mi belleza por tus patas! ¿Quieres que llamemos al hada del bosque para que nos cambiemos la identidad? Así las dos estaríamos contentas- propuso Rosa.
Tina dudó durante un momento. Nunca había pensado en lo que había dicho Rosa. Es cierto que quería ser hermosa como una rosa, pero no quería tener que renunciar a sus ágiles patas para ello. Tina decidió no aceptar la propuesta de Rosa e ir a buscar otro animal o planta por el que pudiera cambiarse pero sin tener que renunciar a sus ahora apreciadas patitas.
Siguió su camino y se encontró con Perezoso, un oso muy simpático pero muy vago que también vivía en Maravilla. Al verlo, Tina pensó que le gustaría ser un oso. Ella siempre se quejaba de ser tan diminuta y pensó que le gustaría ser tan grande como Perezoso. Además, siendo un oso no tendría que prescindir de sus patas, sino que tendría cuatro y bien fuertes.
  • - ¡Hola Perezoso!- dijo Tina con entusiasmo.
  • - ¡Hombre Tina!, ¿qué haces tú por aquí?- preguntó el oso.
  • - Vengo a que me digas qué tengo que hacer para ser como tú. Estoy cansada de ser una hormiga diminuta y he decidido que quiero ser un oso.
Perezoso no pudo contener el asombro pero pensó que no sería mala idea cambiarse por ella. Siempre había admirado la energía de las hormigas.
  • - Tengo una idea Tina. A mi no me importaría ser hormiga ya que me gustaría ser tan trabajador como tú. A mí siempre me cuesta ponerme a hacer cualquier cosa. ¡Todo me da pereza y tengo un sueño terrible del que me gustaría librarme! Si quieres llamamos al hada del bosque y le pedimos que cambie nuestras identidades.
Al escuchar las palabras del oso, Tina dudó durante un instante y finalmente dijo:
  • - La verdad que nunca había pensado en eso… Es cierto que soy muy trabajadora y que nunca me cuesta ponerme a hacer las cosas ni a ayudar a quien me necesita… Todo esto unido a mis ágiles patas son cosas que me gustan y que no quiero cambiar. Lo siento Perezoso, pero no quiero cambiar mi identidad por la tuya. Después de todo no está tan mal ser una hormiga.
Tina siguió su camino aunque ya no sabía quien quería ser realmente. Estaba más perdida y confusa que nunca. Sabía que había muchas cosas que no le gustaban de ella y que se sentía muy mal, pero a la vez estaba descubriendo cosas en las que ni siquiera se había fijado y que le gustaban. Completamente desorientada decidió acudir a Sabio, el búho del bosque al que todos recurrían cuando necesitaban ayuda.
Sabio escuchó atentamente a Tina mientras esta le contaba como se sentía.
Finalmente Tina le preguntó: - ¿Qué debo hacer Sabio?
El búho sonrió y mirándola con dulzura finalmente dijo:
“No desperdicies tus energías en ser rosa, oso ni ningún otro habitante del bosque. Todos tenemos cualidades que nos gustan más o menos de nosotros mismos, pero todas ellas son las que nos hacen únicos y maravillosos. Debemos esforzarnos en conocerlas día a día. Conocernos a nosotros mismos es el mejor viaje que podemos emprender. Es la única forma de querernos, valorarnos y de disfrutar de la maravilla que es ser uno mismo.”

Tina nunca olvidó estas palabras y sobre todo en los malos momentos, hizo uso de ellas. Consiguió tener una vida plena y feliz como hormiga y siempre fue recordada como “Tina Maravilla”.

LYDIA DEL AMO  (PROFE)


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