LA FAMILIA POCA-PESCA


LA FAMILIA POCA-PESCA


    En un barquito azul y blanco, vive la Familia Poca-pesca: Mamá Poca-pesca, Papá Poca-pesca y el pequeño Manolito Poca-pesca, que tiene cinco años. También vive con ellos el gran Tito, un perro muy bonito. 

            La familia Poca-pesca se levanta por las mañanas (estiramos brazos para desperezarnos y “bostezo”), cuando sale el sol y los pajaritos cantan (pío-pío). Todos van al baño (pisssss), desayunan (glub ,glub ,glub), se lavan la cara y los dientes (sshhhh), se peinan , hacen su cama y se visten para que cuando Papá Poca-pesca toque la campana (tolón-tolón), estar todos preparados para ir a navegar. (Además de acompañamos las acciones con mímica) 

            Mamá Poca-pesca arranca el pequeño barco azul y blanco (“brum, brum, brum”) y… ¡Ya están preparados para zarpar! La Familia Poca-pesca sabe que el mar es la casa de los peces, y no les gusta nada que la gente se la ensucie, por eso la Familia Poca-pesca decidió, ya hace mucho tiempo, que pescarían la basura que otras personas  arrojasen al mar. 

            ¡Es una linda mañana!, el sol luce en el cielo. Los peces y animales marinos dan los buenos días a la Familia Poca-pesca ya que están muy felices de que les vayan a limpiar el mar. Todos les desean que capturen mucha basura. 

            Las redes del barquito pronto se van llenando de trocitos de plástico, latas y botellas, parece que va a ser un gran día de pesca. Un rato después, ya no cabe nada más y cuando la Familia Poca-pesca mira por donde han pasado ven que todo ha quedado muuuuuy limpio. 

            A medio día la familia necesita un descanso, es la hora de comer (ñam, ñam, ñam). Detienen el barquito, y el rugido de los motores deja de sonar (Brrrrrrrrr…–silecncio). Después de comer no hay nada como una buena siesta. Mamá Poca-pesca, Papá Poca-pesca, Manolito Poca-pesca y el gran Tito, el perro más bonito, se quedan dormiditos (bostezo y ronquido).

            La siesta ha terminado, ¡otra vez a navegar! El sol se ha escondido detrás de unas nueves oscuras, pero la Familia Poca-pesca tiene ganas de limpiar. Los peces (cara de pez), gaviotas (brazos abiertos para volar), focas (palmadas pegadas en el pecho), tortugas (signo de tortuga en lengua de signos), tiburones (manos juntas encima de la cabeza), pulpos (movemos los brazos) y delfines les sonríen al pasar. 

            Ya avanzada la tarde, algo muy grande, pica el anzuelo de la caña de Manolito Poca-pesca. Manolito tira con fuerza mientras Tito ladra nervioso (guau, guau). ¿Qué será esta vez? Manolito, que sabe que hay gente muy sucia que tira muchas cosas al mar, se dice a sí mismo: “a nadie le gustaría que se llenase su casa de basura, entonces ¿porqué hay gente que tira la basura al mar, la casa de tantos y tantos animales?”. La cuerda de la caña está muy tensa, y Manolito tiene que hacer mucha fuerza para aguantar (ñiiiiiii y mímica de hacer fuerza). Ha pescado cantidad de basura que la gente tira: colillas, latas, papeles, bolsas… pero sabe que ninguna de sus capturas va a ser tan buena como esta. 

            La tarde pasa, Manolito sigue tirando de la caña, Tito continúa ladrando (guau, guau) y Mamá Poca-pesca y Papá Poca-pesca animan a su hijo, saben que lo va a conseguir. Mientras tanto se oye un “tap-…-tap-…-tap”, que enseguida se convierte en: “tap,tap,tap…” ¡se ha puesto a llover!. Manolito no se rinde, se pone el gorro de lluvia, el chubasquero y las botas de agua (acompañamos con mímica) y al cabo de un rato, consigue sacar a su presa: ¡Es una rueda! Todos saltan de alegría, y felicitan a Manolito, Tito ladra contento (¡guau!, ¡guau!). Cuando miran al mar, ven un montón de animales que les sonríen agradecidos. El sol ha salido de nuevo, ¿Querrá también felicitar a Manolito por su hazaña? 

            La tarde ya está avanzada, y la campana vuelve a sonar (tolón-tolón), hay que volver al puerto para descargar toda la basura que han recogido. Conforme regresan, la luna se empieza a asomar,  el sol cada vez está más abajo y luce con menos intensidad. Es hora de cenar, ¡tienen que recuperar fuerza! Al terminar la cena la familia Poca-pesca va, por turnos, al baño. Después de lavarse los dientes y ponerse el pijama, Manolito se mete en la cama. Mamá y Papá Poca-pesca le felicitan otra vez por su gran día y antes de quedarse dormido oye a una ballena cantar de felicidad (aiiiiiiiiiiiii, chof, chof, chof), sabe que ha puesto su granito de arena para que la ballena esté contenta.

JORGE (PROFE) Y ESTRELLA.


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